Kibo tiene ya tres meses. Estaba en un cubo de basura con una grave infección de herpes en
los ojos. Cuando empezamos a difundirlo el tratamiento había logrado salvarle uno de los ojos,
el otro seguía en tratamiento y mejorando mucho. ¡¡¡Por fin se obró el milagro!!! y este
pequeñín puede mostrar esa carita preciosa sin ningún rastro de sufrimiento pasado. Es un
bellezón.
Es un cielo juguetón, curioso, ronroneador y cariñoso que necesita un buen corazón
acompasado con el suyo para darle todo su amor, que es mucho muchísimo.
Se entrega en adopción con contrato, bajo control veterinario y con compromiso de
esterilización.